En algunas ocasiones vemos como es más fácil obtener la compra de un reloj, un carro, un seguro de vehículo entre otros tangibles ya que psicológicamente uno siente que paga por un beneficio inmediato y casi inminente, pero lo seguro es que todos vamos a morir en algún momento y es algo que no se puede evitar.

La pregunta que se debe realizar es la siguiente:  ¿Tiene mi familia el poder adquisitivo suficiente para hacer frente a esta situación? ¿Podrá mi familia pagar la educación, alimentación, doctores y cuidados de mis hijos si yo falto?  Es aquí donde entra el seguro de vida, este beneficio otorga esa tranquilidad y paz en saber que en efecto quedará el vacío emocional pero sus seres queridos podrán seguir adelante con todo aquello que usted siempre quiso ofrecerles y por lo que trabaja día a día.  No tenga recelo en cotizar una póliza de vida ya que existen muchas opciones económicas que se ajustan a sus necesidades, una de estas es la póliza de término que quiere decir que tendrá un máximo de años y cuando llegue esa fecha la misma ya se cancela.  Estas pólizas de término van desde $8.00 al mes por sumas de hasta $50,000.00 por ende el costo no es elevado.

Lo ideal sería que usted se proyecte y multiplique su salario por el número de años en los cuales desea otorgar cobertura a su familia y le sume un incremento de al menos un 10% de inflación para que obtenga una cifra más real.  Lo invito a incluir esta paz mental en su presupuesto y obtener la gran satisfacción de sentir que su familia en caso de fallecimiento quedará protegida.

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